Muy pocas personas al leer los números fríos de un jugador con 49 extrabases en 86 juegos sin observar su nombre, pensarían que pertenecen al diminuto
José Ramírez, de Cleveland.
Ramírez contra todos los pronósticos ha llenado a cabalidad las exigencias de producción que se le hacen a un tercera base en las Grandes Ligas al llegar a la pausa del Juego de las
Estrellas con 17 jonrones -marca personal-, 27 dobles, cinco triples y 48 empujadas, siendo pieza fundamental para que los Indios (47-40) estén en la primera posición de la división central de la Liga Americana.
“Realmente el plan me ha salido mejor de lo pensado, aunque la temporada que llevo no es por casualidad, trabajé bastante fuerte y estos son los resultados, por lo que le doy gracias a Dios”, dijo Ramírez al participar por primera vez en el Juego de las
Estrellas, siendo el titular en la versión 88 y batear de 2-2 en el evento celebrado en el estadio de los Marlins.
La confianza
El nativo de Baní dijo que la confianza que recibe en el equipo de los Indios es la clave para ese buen desempeño. “Estoy súper feliz por el apoyo que recibo del dirigente Terry Francona, de los coaches, de mis compañeros y en especial de los fanáticos de Cleveland”, sostuvo Ramírez.
Si la producción ofensiva de Ramírez es buena mucho mejor lo es su defensa, donde solo ha cometido cinco errores en 69 juegos.
“He trabajado bastante para adaptarme a la tercera base y lo he conseguido”, sostiene Ramírez.
Guerra por clasificar
Ramírez vaticina que en la segunda mitad entre los Indios, los Mellizos de Minnesota (45-43) y los Reales de Kansas City (44-43) habrá una guerra por quedarse con el gallardete de la división central de la Liga Americana.
“La diferencia será que los Indios somos un equipo con mucha hambre de ganar la Serie Mundial y que aunque nos quedamos cortos el año pasado, haremos todo lo posible por regresar este año y ganarla”.
